vía_Dwell
Pequeña cocina, con el color como protagonista, donde el aparente desorden está cuidadosamente ordenado gracias a su magnífica estantería, que a su vez articula el espacio, actuando de tabique separador con el baño contiguo. La escena se completa con el techo abovedado, ondulante, de hormigón que contrasta con la calidez del suelo de madera, todo ello acompañado de la luz que proyectan sus ventanas, que se ve incrementada gracias a sus paredes de ladrillo pintadas de blanco. Perfecto ejemplo de que pocos metros no son excusa para no disponer de un magnífico espacio.
Con lo maniática del orden que soy yo, creo que me alteraría un poco en esta cocina! jaja es genial ver la personalidad de cada persona a través de su vivienda, verdad? Y lo gracioso de que cada uno tengamos nuestro orden dentro de un aparente desorden para el resto! Saludos! :)
ResponderEliminarYo creo que me pasaría el día ordena que te ordena la dichosa estantería, jajaja... Lo del orden dentro del aparente desorden me suena... ;)
Eliminaruff, es verdad que está muy ordenadito todo, casa cosa en un sitio, pero a mí me agobia tener tanta cacharro por ahí. Prefiero tener menos cosas... :)
ResponderEliminarwww.librodeestiloymoda.com
Más que muchas cosas, lo que puede agobiar es tenerlas todas a la vista. Pero si no fuese así no tendría el mismo encanto... ;)
Eliminara mí me encanta, la mezcla de texturas y materiales me parece la clave!Abrazos!
ResponderEliminarSi, el contraste que generan entre ellos desde luego es un acierto... ;)
EliminarYo siempre he pensado que el desorden es un tipo de orden. En este caso creo que estamos ante un desorden totalmente meditado y pensado.
ResponderEliminarNos unimos a tu grupo de seguidores, os invitamos a visitar nuestro blog sobre arquitectura, diseño e interiorismo.
Un saludo desde Valencia!!!